A menudo el concepto emprendimiento se asocia a una predisposición genética de ciertas personas, como lo es por ejemplo, el tener los ojos castaños. Esta visión del emprendimiento podríamos catalogarla de elitista, ya que en realidad sostiene que solamente un pequeño grupo de personas son las “elegidas” para poder desarrollar cualquier tipo de actividad emprendedora.

En la práctica podemos observar que esto no es cierto, y por tanto, la capacidad de desarrollar un proyecto por nosotras mismas dependerá de diferentes factores. Por tanto, partimos de la base de que cualquier persona tiene la capacidad de iniciar un proyecto de emprendimiento.

Debemos señalar que si bien decimos que toda persona puede emprender, también debemos advertir que no todas las personas se encuentran en situación de emprender. Esta capacidad de emprender requiere de un proceso de aprendizaje continuo, es decir, nunca termina. Al hablar de proceso de aprendizaje continuo, nos referimos a todas las experiencias que como personas vivimos a lo largo de nuestra vida y que nos influyen en nuestra manera de relacionarnos.

Competencias emprendedoras

No creemos en el “gen emprendedor”, por tanto, si que tenemos en cuenta el desarrollo de competencias para emprender. El contexto económico y social en que nos movamos determinará el tipo de competencias emprendedoras que necesitaremos para la creación de la empresa.

Entendemos por competencias emprendedoras aquellas cualidades necesarias para iniciar y liderar cambios, y están muy relacionadas con las llamadas competencias transversales.

Cabe destacar que dichas competencias emprendedoras no son válidas únicamente para la creación de una empresa, sino que también son útiles para cualquier aspecto de nuestra vida, tanto profesional como personal.

Pero ¿cuáles son las competencias emprendedoras? Diversas autoras y organismos han creado su propia lista de competencias. Nosotras nos centraremos en la propuesta desarrollada por la Comisión Europea en 2016, en el marco de referencia EntreComp, marco europeo de la competencia emprendedora, que define 3 grandes áreas competenciales relacionadas con las habilidades emprendedoras:

Competencias en el área de ideas y oportunidades

• Identificación de oportunidades.
• Visión.
• Evaluación de ideas.
• Pensamiento ético y sostenible.

Competencias en el área de recursos  

• Autoconocimiento y confianza en sí mismo.
• Motivación y perseverancia.
• Movilización de recursos.
• Educación financiera y económica.
• Capacidad de movilizar a otras personas.

Competencias del área de pasar a la acción

• Planificación y gestión.
• Manejo de la incertidumbre/riesgo.
• Trabajo en equipo.
• Capacidad de aprender a través de la experiencia.

Fragmento del módulo 1, elaborado por Gernica Facundo Vericat y José Andrés Soberbio, de Labcoop SCCL. Para continuar leyendo, y acceder al resto de materiales del módulo, es necesario inscribirse.

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